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Clausura del curso de jardinería de la Escuela de Talento Joven de Santoña: Cultivando amistad, conciencia ambiental y oportunidades profesionales

En un emotivo acto que marca el cierre de un ciclo transformador, la Escuela de Talento Joven de Santoña celebra la clausura del curso de Jardinería, un programa emblemático que ha cultivado tanto habilidades profesionales como valores humanos entre sus participantes.

La escuela de Talento joven es un programa de formación en alternancia con el empleo subvencionado con fondos de empleo de ambito nacional por el Servicio Cántabro de Empleo con un importe de 286.573,8 €.

Este curso, ha sido mucho más que una simple capacitación técnica. Durante los últimos 18 meses, los jóvenes talentos han sumergido sus manos en la tierra, aprendiendo las complejidades y bellezas del arte de la jardinería.

Más allá de adquirir habilidades aplicables a futuras oportunidades laborales, han florecido como individuos, cultivando valores de solidaridad, resiliencia y compromiso.

La ceremonia de clausura comenzó con un acto simbólico: la plantación de un árbol del género Magnolio grandiflora. Esta majestuosa especie no solo representa la belleza natural y la resistencia, sino que también encarna la unión y el crecimiento que han experimentado juntos los alumnos, docentes y todos aquellos que han formado parte de esta comunidad durante su trayectoria.

La elección del magnolio como símbolo no es casualidad; al igual que las plantas y flores que han estudiado con tanto esmero, este árbol posee un significado espiritual profundo. Es un recordatorio de que, al igual que las raíces que se entrelazan bajo tierra, nuestras conexiones humanas son y serán fuertes y perdurables.

Tras la plantación, llegó el momento de reconocer los logros individuales de cada participante. Con orgullo y gratitud, se entregaron los diplomas y certificados que testimonian el arduo trabajo y la dedicación de estos jóvenes. Son más que meros documentos; son testigos tangibles de un viaje de crecimiento personal y profesional.

Este evento no solo marca el final de un capítulo, sino también el comienzo de nuevas oportunidades. Armados con conocimientos sólidos y valores arraigados, estos jóvenes están listos para florecer en el mundo laboral, ya sea en empresas de jardinería establecidas o en la aventura de emprender sus propios negocios.

La clausura del curso de Jardinería de la Escuela de Talento Joven de Santoña trasciende lo académico; es un testimonio de amistad, respeto por el medio ambiente y un impulso económico para la comunidad.